Suicide Squad II (2021) James Gunn(¿?) y la Marvelización del cine.

Suicide Squad II (2021).

James Gunn(¿?) y la Marvelización del cine.


En declaraciones recientes (2019), Martin Scorsese arremetió polémicamente, y con cuanta razón, contra el cine mainstream, cine corriente, del populachero estudio fabricante en serie de superhéroes, Marvel. Dicho estudio es la superficie más visible y por ende más grotesca y vulnerable de esta corriente cinematográfica estéril e invaluable (desde su concepción negativa: sin valor) de lo que va de siglo.

Parafraseando a Carver, ¿De qué hablamos cuando hablamos de dirección? Bueno, hablamos de la puesta en escena, de las ideas representadas en cuadro; de una visión del mundo clara y no titubeante; de una postura segura y, sobre todo, bien vestida, vestida con el género, que no disfrazada. Obviamente el estilo es la etiqueta de nuestros directores, el sello. Cuando tenemos estos elementos hablamos de un director completo: de un autor. Llámese De Palma, Scorsese, AjaFord.
La buena o mala dirección radica en lo anterior, en las ideas.

(Arriba, Brian De Palma, Domino, 2019)

El director de películas de ciertas casas productoras de superhéroes, es un tipo plástico y uniformado, encargado únicamente de filmar el espectaculo, de hacer ver la película "atractiva", dinámica; secuencias de acción, neutralidad, diálogos y chistes para todas las edades, escenas vacías. Todo mal filmado, además, contrario a lo que algún ingenuo se crea.
Es en este punto en el que un Snyder nada tiene que hacer frente a un De Palma, o la directora de Capitana Marvel (ignoramos abiertamente su nombre) frente a Bigelow o Lupino; o un James Gunn ante un James Cameron o un James Gray.

A propósito de ese tal James Gunn, cuando las declaraciones de Scorsese, salió muy indignado y sorprendido a twittear (parece que hoy día solo se sabe responder desde Twitter y no desde el propio elemento de la profesión: el lenguaje cinematográfico) que se sentía triste porque Scorsese, a quien admira, no consideraba 'cine' lo que él y otros tantos realizan. Casi exigiendo que Scorsese se disculpara. Y aquí es donde pensamos, en todo caso, quien tendría que disculparse es Gunn, por haber hecho esa cosa llamada Guardianes de la galaxia que el señor Scorsese vio. En su momento se dijo que esa era la buena de superhéroes. Luego de verla nos preguntamos, si esa es la buena, cómo estarán las malas.
James Gunn se ha convertido en el director fetiche de ciertas mentalidades pubertas que, no se puede ocultarl, con sus fanatismo e ignorancia estética propagan una epidemia de opiniones, bajo el sello democrático, que ensalzan lo repugnante.


Pero James Gunn tiene un estilo, puede salir a decir su fancrew. Sí, tiene un estilo visual colorido y musicalizado (es decir que atasca de música en film). Pero un estilo hueco, sin ideas, sin un trasfondo. Es el equivalente de esa popular imagen de la caricatura de la esponja aromatizado la basura. Lo que ves en sus películas es lo que hay, no más. Gunn no exige una labor intelectual del espectador, porque él mismo no la desempeña. Películas mal filmadas y plagadas de diálogos estúpidos.  No olvidemos en aquella Guardianes de la galaxia cuando el grupo de héroes se pone de pie en círculo luego de planear su estrategia, y que por si no nos quedó claro con el plano que ellos están de pie en círculo, el mapache nos lo repite unas cuatro veces mas, pretendiendo ser chistoso. Eso es tratar como idiota al espectador. Caso simil lo vemos en Deadpool (2016): antes de la batalla final Deadpool dice "estás listo para bailar, y por bailar me refiero a que pelearemos hasta matarnos", bueno, nosotros como espectadores somos imbéciles y necesitamos que el director nos aclare, nos explique, que bailar significa que van a pelear.

Si por los mismos fanáticos es bien sabido que el universo Cinematográfico de DC es mediocre, bueno, James Gunn llegó para demeritarlo aún más. Como decíamos, lo que hace Gunn es aromatizar la basura, disfrazarla de colores, música, secuencias de acción "épicas" y uno que otro truco de fotografía; como solemos decir en México, disfraza a la mona. Gunn pone la cámara, como autómata de la corriente, en la posición más genérica posible, donde se vea "bien". No dista mucho de un Aronofsky o un Iñárritu, pensándolo bien.

Nótese el horrible contraste en los dos siguientes planos:


DC trajo a su casa lo peor de Marvel; no un director adiestrado y plano. No. Trajo al fetiche hecho director. A un director falso y de muy mal gusto.
Ojo, como decimos, DC nunca ha destacado por sus películas live action. En la animación son punto y aparte. Lo que Nolan y Snyder hicieron con ese universo fue risible y muy por debajo de la infantería (en sentido de lo infantil) de la casa vecina del ratoncito.

En comparación con su antecesora, bueno, no hay mucho que decir. Más "vistosa", y también más hueca. La anterior por lo menos trataba de hacerse la profunda.

El cine de superhéroes mainstream está dando brazadas de ahogado y, como dice el performance de Meredith Brooks para Snake eyes (1998) de Brian De Palma: 

A drowning man does not die silently
You can feel the final warning
And the black money follows
Through the veins of the shallow

En conclusión, podríamos asegurar que, si Scorsese le diera una nueva oportunidad a Gunn con su más reciente Suicide squad, bueno... concluyan ustedes el enunciado.

Cerramos parafraseando a Charles Spurgeon, quien no odia el falso arte es porque no ama el verdadero.


Réplica.

Por allí nos han dicho que "no podemos comparar Escuadrón suicida con alguna película de De Palma o Hitchcock", y bueno, vamos a darcelas por buena.

Pero entonces, veamosla en su propia liga, y este es un ejercicio que tomamos prestado de Ángel Farreta:

Al momento de hacer una película de este género, no se puede ignorar que existen films anteriores como Spiderman 2 de Sam reimi, Dredd de Pete Travis, Unbreakable de Shyamalan o Logan de James Mangold. Este hecho nosotros como lectores tampoco lo podemos pasar por alto. Decíamos entonces, estos (las películas anteriores) son el límite estético al que dentro del género se debe aspirar; son los límites que como realizador se deben por lo menos intentar alcanzar, en el mejor de los casos igualarse; y los límites que al momento de analizar una película no pueden ignorarse. 

Ahora bien, ¿Una película hueca como lo es Escuadrón suicida de James Gunn está a la altura de alguna de las anteriores? La película de Gunn carece de toda lectura, de toda interpretación, "lo que ves es lo que tienes", como dirían, cínicamente, Stella y Warhol

Como anota Garbuno Aviña, el mayor problema es que el arte deviene en espectáculo, y este último es realmente el opio de la sociedad. Las formas significantes de hoy carecen de un contenido significativo, porque no se sostienen de la tradición, y estas alimentan al opulento mercado del arte sofista.


Escribe, Amisadai Domínguez.

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