The Guilty (2021) El culpable o de la salvación.

The Guilty (2021).

El culpable o de la salvación.


Misfortunes one can endure--they come from outside, they are accidents. But to suffer for one's own faults--ah!-- there is the sting of life.
-Oscar Wilde.
Debés vaciarte de aquello con lo que estás lleno, para que puedas ser llenado de aquello de lo que estás vacío.
-San Agustín de Hipona.


The Guilty de Antoine Faqua remake de una película danesa, se estrenó en Netflix recientemente. Combina diferentes formas de relato: el suspense, el cine de misterio, el policiaco, el detectivesco, el de acción, el de terror psicológico y el cine negro.

Es sin duda una de las mejores películas del año. Mr. Jake Gyllenhaal demuestra su amplia capacidad actoral. El guión es asombroso. Adelantándonos un poco, podemos decir sin duda alguna, que el fuera de campo es la apuesta narrativa en cuanto a su estructura, de esta gran película.

Estamos ante una excelente manera de hacer cine, con un guión bien construido, tomando en cuenta las restricciones pandémicas, que es algo que muchos necios no entienden. Por ello vemos que muchas películas de este año son en locaciones aisladas y con un cast reducido, con muchos planos cerrados (como en Cry Macho, de Clint Eastwood, que ciertos prófugos del ácido fólico han criticado justo por eso).

La parte "curiosa": el director nunca estuvo en el set porque tuvo contacto con un contagiado de covid. Dirigió la película por Zoom y FaceTime. El rodaje duró solo 11 días, pues todo transcurre en una única locación. Jake y el director nunca coincidieron en persona. El manejo de la película recuerda bastante a aquella buena serie llamada Rescate 911, que trataba de llamadas telefónicas y de cómo se resolvían los casos presentes.

Desde la primera toma hasta la última, es una gran historia: simbolismo y temas como el infierno, el pecado, la mentira, la verdad, la angustia, la desesperación, la redención, el terror, la muerte, la locura, entre otros, se hacen presentes.



"No me lo digas, muéstralo". Es una de las máximas que, a grandes rasgos, rigen al cine. Hay películas para aventar al cielo, o mejor: para aventar al drenaje, que no cumplen con esto que conocemos como puesta en escena. Películas en las que todo el tiempo los personajes nos dicen cómo se sienten, ellos o los demás, qué va a suceder, etcétera.

Al parecer en nuestros días hacer que el escenario, o set, sus objetos (teléfonos, móviles, tazas, computadoras), hablen, es una tarea reservada para unos cuantos directores. Así, The Guilty es una puesta en escena magnífica, que además posee, dentro de su puesta, un fuera de campo (prácticamente permanente, como escribió Ángel Faretta recién) impresionante.

La película abre con una cita de la Biblia, específicamente el evangelio de Juan 8:32, como hemos venido sosteniendo en ADECyC, el cine es teología. Toda la película gira en torno a la verdad y cómo es necesaria para alcanzar la liberación. "Conozcan la verdad, y la verdad los hará libres".

Durante toda la película la ciudad está bajo el acecho de las llamas. El simbolismo sagrado del infierno se hace presente. Lo encontramos en las pantallas del gran panóptico, en donde se observa constantemente el acecho de este elemento, junto con otro: el agua. El agua estará presente en un vaso en el que se disuelve una pastilla efervescente. Así se van a ir disolviendo los pecados del protagonista. El simbolismo con la eucaristía es inevitable. Aquí el agua vuelve como elemento salvador.


San Agustín, en su sermón 347, afirma que se debe "obrad vuestra salvación con temor y temblor"; sin duda en toda la cinta el concepto de angustia está presente en cada gesto y actuar del policía degradado Joe Baylor.


El momento cumbre está coronado por Baylor acudiendo al baño para liberar su culpa a través del vómito (liberador). Joe expulsa la "porquería" de su cuerpo. Aquí se corresponde lo escatológico con lo esjatológico en el sanitario a manera de confesionario. Joe a través de la verdad se ha liberado de la culpa.


Nota Bene: "¿Por qué esjatológico con j? Porque así debe ser. Hay dos palabras morfológicamente parecidas en español: escatológico, que significa pornográfico, de scatos, griego, que significa excremento, y esjatológico, que significa noticia de lo último, de esjatón lo último. Estas dos palabras suelen ser confundidas hoy en día, por descuido o ignorancia o periodismo, quizá, incluso en los diccionarios; de modo risueñamente el Apóstol San Juan resulta en escritos ¡pornográfico o excremental! Nosotros hacemos buen uso. Si el buen uso se restaura, mejor; si no, paciencia. Poco cuidado con nuestra lengua se tiene hoy día.


En un principio hablábamos sobre la representación. ¿Qué se representa aquí (de entre lo mucho que se representa)? La angustia. Entonces, ¿Cómo se representa la angustia? No poniendo al personaje de Gyllenhaal a bajar línea; escupiendo el "mensaje" para que lo "entendamos". En The Guilty la angustia se representa de la única forma en que puede ser representada: con lo angosto. Es la angustia lo que Joe carga: la presión del trabajo, de su próximo juicio, de su situación marital y paterna; está bajo esos muros, acorralado, podríamos decir. A final de cuentas la angustia, lo angosto, es eso, el encierro. 

Además que desde el inicio, esa primera secuencia con helicópteros, y la previa cita bíblica, se nos anuncia que estamos entrando al apocalipsis. Al infierno de Joe, en otras palabras, que solo tendrá solución llegando el amanecer.

The Guilty se vale de su composición para representar, simbolizar, esa angustia, con Joe atrapado entre los monitores, o hacia el final acorralado, anímicamente y literalmente, en el baño. Será en ese mismo baño en el que Joe expulse su culpa por medio del vómito. Al baño se va, hablando de la realidad, a un fin, allí tienen su fin los alimentos. En la película se va al baño hacia el final, a la vez que para uno de los finales que tiene la comida: el vómito. Esto último es algo que explica mejor el maestro Faretta en su texto.


Esta representación de la angustia desde lo angosto, lo estrecho, en The Guilty, es una representación que sin lugar a dudas dejaría complacido a Poe. Poe, quien mejor que nadie supo darle tratamiento a este conflicto anímico.

El elemento neumático se nos es representado de entrada, desde el comienzo. Nuestro protagonista sufre asma. Le hace falta  el aire. Es decir, simbólicamente, falta o necesidad espiritual o anímica. Algo similar a lo ocurrido en Titanic (1997) de James Cameron, Vértigo (1958) de Alfred Hitchcock. En los casos anteriores el alma, la vida, se transmite de un personaje al otro desde el suspiro. En The Guilty al personaje se le dan descargas de vida desde el aparato para el asma. El a la vez la debilidad física del personaje. La metafísica es la mentira. Entonces hasta antes de su confesión en el baño, él necesitará siempre el soporte de ese artefacto. El aire como salvación lo vimos también recién en A Quiet Place II (2021) de John Krasinski. Es un gran inverosímil dentro del film: un policía de campo, como Joe, con asma. El problema sería ese: quedarnos con el inverosímil sin preguntarnos qué significa que el personaje padezca asma. Esperamos haber dado respuesta a esta cuestión. 


Queridos, no os extrañéis del fuego que ha prendido en medio de vosotros para probaros, como si os sucediera algo extraño,sino alegraos en la medida en que participáis en los sufrimientos de Cristo, para que también os alegréis alborozados en la revelación de su gloria (1 Pedro 4:12-13).


Escribe, Iván González y Amisadai Domínguez.

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