The Northman (2022) de Robert Eggers. Análisis.
The Northman.
Una excelente película de
venganza.
No
os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios;
porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. Así que, si tu enemigo tuviere
hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto,
ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. No seas vencido de lo malo, sino
vence con el bien el mal.
Romanos 12:19-21
El cine de todos los países ha
bebido de cada una de las obras del bardo de Avon, recién disfrutamos de West
Side Story, musical basado en Romeo y Julieta. Shakespeare es por tanto, no
solo universal, sino parte imborrable del canon de la cultura occidental.
Gracias al corpus del dramaturgo inglés, conocemos la historia de Hamlet, el
príncipe que finge locura para lograr la venganza. De hecho la etimología del
nombre Hamlet, nos remite al significado de loco, tonto o estúpido. El origen
de esta historia la podemos rastrear hasta un poema épico nórdico que relata
las andanzas del joven Amlodi o Amleth, desposeído rey de los jutos (actual
Dinamarca), aquel pueblo guerrero que también se da cuenta en el Beowulff.
Todos estos elementos toma Eggers
para recontar esta historia en The Northman, una cinta que quita todos los
elementos cristianos de la obra de Shakespeare para brindarnos una obra de
fantasía épica con características de paganismo. Trae de vuelta un género en
boga en el siglo XX: el de espada y hechicería, el cual tuvo su mejor momento
en el cine de los años ochenta. Tan desacostumbrada esta la audiencia a este
género tan antaño que The Northman se desploma cada semana en taquilla,
ensombrecido por una deficiente campaña de promoción y el género de las máscaras
con capas.
Entrando al lugar donde quiero
arribar, si el cristianismo se pudo arraigar en esas regiones del norte de
Europa durante la edad media es porque existen elementos comunes en las
cosmovisiones que permitieron introducir la religión católica en elementos
folclóricos de esos países. Tenemos el registro de que Wulfilas (pequeño lobo),
un obispo del siglo II ordenado por Eusebio de Nicomedia en las épocas del
arrianismo, tradujo la Biblia del idioma griego al gótico.
El alfabeto gótico es fundamentalmente una adaptación del alfabeto griego en su grafía uncial. Fue creado por el obispo Wulfilas. Además contiene tres caracteres de uncial latino y cinco runas germánicas. Cada letra posee un valor numérico y dos de ellas no poseen ninguna otra función. Fue una de las principales fuentes para
evangelizar el norte de Europa, por tanto, no deben sorprendernos las síntesis
y sincretismos entre la fe cristiana y la cosmovisión nórdica. Un ejemplo de
ello es la re significación del martillo de Thor con la cruz, el árbol Ygdrasil del que se cuelga Odín por el árbol de la vida; inclusive el término
en inglés para el infierno deriva del inframundo nórdico, el Hellheim, que
quiere decir hueco, cueva, lo oculto.
Por tanto, no fue difícil identificar
a cada Aesir con la fe cristiana, el rey danés Bluetooth fue bautizado en el
siglo XIII y se observa una franca cristianización para esa temprana edad del
norte de Europa. Un claro ejemplo de sincretismo es precisamente el San Nicolás
o el árbol de navidad, que tiene su igual en los reinos del norte como Thor o
el árbol de San Bonifacio.
En The Northman se nos abre la
puerta a un mundo místico de runas, hechiceros y Nornas del destino. Así, se
mantienen dos hilos conductores tanto en la obra Hamlet de Shakespeare y The
Northman de Eggers: el complejo edípico y el destino que ha sido predispuesto para
cada persona. Leemos en la obra de teatro de boca del príncipe:
"Ni
un ápice, desafiamos el augurio. Hay una providencia especial en la caída de un
gorrión. Si es ahora, no es por venir; si no es por venir, es ahora; si no es
ahora, sin embargo, vendrá. La prontitud lo es todo”.
Al Amleth de la cinta le es
susurrado el destino por sortilegios y visiones, donde parece que él va
barajando las opciones, pero él termina cumpliendo los designios.
Aun con el tratamiento de “paganización”
en la película, se sigue observando el simbolismo cristiano, Amleth al estar
colgado de un madero torturado se observa una cruz de sangre en el plexo solar;
Odin, el Padre, lo libera a través de sus cuervos. Renace de la muerte para
consumar la ira de Dios. En este sentido la película muestra una estética gore
similar a la que propuso Mel Gibson en la Pasión de Cristo. El madero como símbolo
de salvación y sacrificio lo vamos a observar también en Titanic, siendo
representado esta vez con una puerta a manera de tabla salvavidas. Otro ser
colgado y torturado que ofrece una venganza memorable, pero en vez de espada
utiliza un AK-47, es John Rambo en First Blood, la simbología es clara: el madero
o la viga es el asidero del mundo, Odín se cuelga del árbol Ygdrasil para
encontrar la sabiduría de las runas. El árbol pertenece al dominio simbólico de
la cruz como axis mundi, por tanto representan muerte y renacimiento.
El rey antes del sacrificio por
virtud del linaje impone un nuevo orden a través de dos elementos: la sabiduría
y la espada. La espada es un símbolo de renacimiento: ella es forjada y
purificada a través del fuego, la espada mágica solo puede ser blandida por aquel
digno. Es un elemento recurrente en las leyendas del norte.
The Northman tiene múltiples símbolos.
Hablar de cada uno de ellos sería para llenar muchas páginas. Aquí la dejo.
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