The hunted (2003): La ruta de Hallam
The hunted (2003):
La ruta de Hallam
Me enorgullece decir que trabajé con Johnny Cash, y cuando pasó por el estudio por primera vez fue como si hubiera llegado el mismísimo Moisés. Es un personaje de proporciones verdaderamente bíblicas, con una voz, como trenes de carga que gimen y praderas atronadoras, como el paisaje de su amada América.
The Edge.
Langostas y miel... desde Juan el Bautista no ha habido una voz como esa que clame en el desierto. La voz más masculina de la cristiandad. Todo hombre sabe que es un mariquita comparado con Johnny Cash.
Bono.
…la violencia ejerce una fascinación mimética sin igual. Toda violencia está modelada según una violencia anterior y, a su vez, sirve como modelo… Por ello, la rivalidad mimética sin fin conduce a la autodestrucción.
Rene Girard.
EL CAMINO SAGRADO RE-VISITADO EN LA ÉPOCA DE LA MOVILIZACIÓN TOTAL.
Bob Dylan imaginó el principio y el fin del mundo en la ruta 61. Dicha autopista es el sendero del blues y del diablo que va acompañando al rio Mississippi desde su desembocadura en Nueva Orleans hasta Minessotta, prácticamente atraviesa el territorio estadounidense de sur a norte. Una gran cantidad de culturas y tradiciones se han desarrollado a las orillas de ese largo camino. En el que muchos afroamericanos pensaban iba y venía el demonio. El lugar es de leyenda, las grandes figuras de la música norteamericana surgieron en ese largo trayecto. En la canción satírica y absurda de Dylan Highway 61 Revisited se re-imagina el alfa y el omega del reino en ese margen. Iniciando y finalizando con la muerte ritual: primero de un hijo y después de naciones enteras por medio de una guerra de todos contra todos.
Es al igual que la carretera, una canción maldita. La historia de Abraham y su hijo Isaac en el capítulo 22 de Génesis es condensada en un verso:
Dios le dijo a Abraham: «Mátame un hijo».
Abe le respondió: «Hombre, debes estar tomándome el pelo».
Dios le respondió: «No». Abe le respondió: «¿Qué?».
Dios le respondió: «Puedes hacer lo que quieras, Abe, pero
la próxima vez que me veas venir, será mejor que corras».
Abe le respondió: «¿Dónde quieres que se haga esta matanza?».
Dios le respondió: «En la autopista 61».
La canción es una inversión de la historia bíblica referida en la que ahora el viejo Abe está obligado a matar a su hijo en un nuevo lugar sagrado: el corazón de Norteamérica, los versos intermedios están repletos de imágenes que podemos considerar cotidianas. Para la época de la canción (1965) EE.UU. se enfrascaba en una guerra innecesaria en Vietnam, Dylan se electrificaba y Johnny Cash se encontraba en el infierno de las drogas buscando la redención. En esas fechas Cash adoptaría a Dylan como hijo musical, haciendo pública una carta defendiéndolo de sus detractores que le criticaban por haberse electrificado. Ambos cantarían en contra de la guerra. Cargando consigo la consciencia de que su país mataba a sus hijos sacrificándolos en múltiples guerras. Los hijos desposeídos de esa guerra regresarían años después amputados o con síndrome post-guerra como lo muestra la película First blood (1982).
William Friedkin en pleno ejercicio de todos esos elementos re-inventa esas imágenes para su film político The Hunted. Donde ahora el soldado es un bestial hombre fuera de control al que su mentor buscará exterminar a toda costa. Ambas historias, tanto Rambo como The Hunted, concluyen en escenarios boscosos de Oregon. En el libro de The First Blood, Rambo muere de un disparo a manos de su mentor Sam Trautman. Había que contar esa historia donde Rambo es desactivado siendo sacrificado por su padre militar. The Hunted lo hace de manera excepcional en un retorno del Padre eliminando a su creación, a través de un sacrificio ritual en una montaña boscosa.
The Hunted (La Presa) inicia con el verso de la ya citada canción de Dylan, recitado por su padre espiritual Johnny Cash. Abre justamente en el infierno de la guerra de Kosovo, donde Aarón (El iluminado-el de la montaña) Hallam (rocas) será poseído por el espíritu de la violencia. Es ahora este soldado de élite el que tiene que ser herido, golpeado -como aquella roca que tocó Moisés con la vara de Aarón de la que brotó agua-. Por lo tanto, en Hallam convergen figuras polares y complejas. Cristo fue atravesado, pero al fin de los tiempos el anti-cristo también será herido y arrojado al abismo de fuego. Una prefigura del anticristo en la Biblia es justamente un cazador: Nimrod. Tal personaje en las tradiciones judías tardías es confrontado con Abraham, el padre de muchas naciones. Abram sube a la montaña para sacrificar a su hijo por mandato de Dios, Nimrod construye una montaña-ciudad para escalar donde esta Dios… Nimrod permanece hasta nuestros días como un símbolo del poder de las naciones que abusan de su fuerza.
En otro lugar, lejos de esas llamas de la guerra aparece en escena el ex entrenador Bonham en medio de la nieve. Mientras en el cielo aparece desplegada en torno al paisaje la imagen del águila calva americana símbolo del poder de los Estados Unidos de América. Aquel hombre es un especialista rastreador que traduce en tiempo real señas y señales, capaz de identificar todo tipo de signos en el paisaje natural. Sigue un camino de sangre en medio de esa amplia tela nívea. Logra liberar a un lobo blanco atrapado en una trampa de cazador. Animal que ya no podrá ser sacrificado, oponiéndose al carnero atorado en la zarza con el que Abraham sustituirá el sacrificio de su hijo. Allí se nos anuncia ese revés, si ahora la bestia salvada es un lobo, un hijo tendrá que ser sacrificado.
Hallam es una máquina de matar producto de la maquina antropológica en permanente pugna. Camino de violencia que solo puede ser parado por medio de un ritual de muerte a cargo de su padre de oficio Bonham. La ruta de Hallam es un largo pasaje de sangre que en un momento será desatado totalmente cuando escapa de sus captores. El holocausto debe ser en la montaña en ese paraíso boscoso. El rito de paso ahora está invertido, el padre debe matar a su creación por causa de la violencia fuera de control del hijo. En ese sentido la película es también el recurso de Apocalipse Now (1979), pero en sentido contrario. La primer iniciación se nos recuerda pasa por la creación de una lanza o cuchilla, con la que al final mentor y alumno se envolverán en una lucha a muerte. Cuchilla con la que Bonham logra liberarse de la trampa de Hallam que permanece cubierto o escondido como sombra. La oposición definitiva hace aparecer al viejo herido en el suelo en posición de cruz mientras mira al maligno invertido.
Aquí se revela con toda la fuerza la oposición originaria entre las fuerzas del cielo y las del infierno. La humanidad y sus instituciones son reflejo deformado del viejo conflicto. De ahí la dimensión trágica de la historia, sin posibilidad de redención hasta la auto-destrucción final de los violentos y su padre la serpiente. Todo hasta que por designio del Padre, regrese Cristo con sus ejércitos y haga beber a sus enemigos el vino de su ira.
En una de las escenas de la batalla final el mentor mata a su creación y lo hiere a la manera de Longinos a Cristo (de longue, la lanza, la larga) en un costado (ahora el derecho). La violencia ha cesado y el Estado como Dios ha cumplido con su fin. Cronos ha devorado a su hijo.
Un año antes del estreno de esa película, Johnny Cash grabaría el American IV, incluyendo la canción The Man Comes Around, una pieza de góspel oscura y apocalíptica. Es la canción más bíblica y simbólica de Cash. La canción se refiere al fin de los tiempos cuando el aceite de las vírgenes será preparado para recibir al Esposo. Cuando los violentos intentarán dar de patadas al aguijón. Cuando las trompetas resuenen anunciando la batalla final y el hombre que regresa es justamente Cristo:
Escuchen las trompetas, escuchen a los gaiteros.
Cien millones de ángeles cantando.
Multitudes marchan al gran timbal.
Voces llamando, voces llorando.
Algunos nacen y otros mueren.
Es el Reino de alpha y el omega.
Y el remolino está en el árbol de espinas.
Las vírgenes están recortando sus pábilos
El remolino está en el árbol de espinas.
Es difícil para ti dar de coces al aguijón.
En medidas pesos y centavos.
Cuando el hombre venga por aquí.
“Y oí una voz en medio de las cuatro bestias,
Y miré, y he aquí: un caballo pálido.
Y su nombre, de quien estaba sentado sobre él, era la muerte.
Y el infierno le seguía”.
El despliegue político del film y las melodías de inicio-fin. Revelan la intencionalidad del autor, mas allá de las interpretaciones, en las que Estados Unidos se muestra como la nación que mantiene el orden mundial, que retrasa y a la vez precipita el fin… Johnny Cash murió el 12 septiembre de aquel 2003. Es junto a Friedkin, sin duda profetas de nuestro tiempo. Ese mismo final y canción de cierre de créditos lo usaría años después James Mangold en Logan (2017), director que llevó al terreno del biopic la vida de Johnny Cash en Walk the Line (2005) y pronto estrenará otro de Bob Dylan llamado Un completo desconocido (2024). Todos los círculos se cierran.
CICLO MIMÉTICO EN THE HUNTED
Hallam y Bonham funcionan perfectamente como el modelo y anti-modelo dentro de la propuesta de violencia mimética formulada por Rene Girard. En ese sentido, como ya afirmamos, The Hunted es un film político. En temas de seguridad, por ejemplo, la CIA prevé que habrá aliados modelo que se pueden convertir posteriormente en obstáculos a los que llama blowback o retro-explosión. Un ejemplo de aliado convertido posterior en amenaza fue Osama Bin Laden para Estados Unidos, al que se tuvo que cazar a toda costa.
La mimesis en los filósofos griegos significa confusión con la naturaleza o simplemente imitación, cuestión simbolizada en el film con la capacidad adquirida de los personajes centrales para esconderse en el entorno urbano y el natural. El principio mimético es inherente a todo ser humano, en Hallam observamos un deseo persistente de muerte y de búsqueda de la figura paternal; la cual deposita en Bonham, su antiguo mentor –al que le escribe de forma casi obsesiva-. Dicha mimesis desemboca en una tormenta de violencia. Violencia que en la época arcaica se regulaba mediante el dispositivo del rito sacrificial. Dichos mecanismos aseguraban el tiempo cíclico. La víctima sacrificial podría ser un primogénito, como en el caso de Abraham e Isaac. Cuestión que las religiones precisamente abrahámicas abolieron, cambiándolo por el sacrificio sustitutivo animal, interrumpiendo el ciclo mimético arcaico.
El doble es una consecuencia del deseo mimético, simbolizado en el conflicto entre hermanos, desatando no solo el primer asesinato (Caín y Abel), sino también marca el inicio de la civilización. En nuestra cultura es Satán el representante del victimario que desencadena la violencia. Por lo tanto, existe una correspondencia íntima entre mimesis, rito, guerra y fin del mundo. El “escandalizador” por excelencia es el Diablo, el escándalo en el lenguaje neo-testamentario significa piedra de tropiezo. Aunque en su etimología más básica significa trampa. Por tanto cualquiera que haga el mal es un sembrador de trampas.
En el paganismo, el ritual de sacrificio humano era visto como una forma de restablecer el orden. Algo que se hiciera fuera de esa esfera sagrada era considerado asesinato. En The Hunted observamos como Hallam trata a toda costa de ritualizar sus muertes, pero lo que está haciendo es parodiar el rito sacrificial, es la mimesis mimetizada. Hallam es el doble poder de la violencia y el engaño, es victimario que se hace pasar por víctima; ha perdido su carácter de modelo para volverse contra su oficio. Por ello debe morir, pues ha dejado de ser el héroe modelo de guerra para convertirse en amenaza para su pueblo. Hallam se ha arcaizado en su búsqueda incesante por lo sagrado. El rito sacrificial es la primera institución humana, en ese sentido: el signo de Caín es la huella de la civilización desde Abel el justo. La historia nace con la violencia.
El ciclo mimético inicia con la reproducción de los mecanismos de violencia sacrificial que repetidos hasta la náusea generan caos social, derivando en un devenir destructivo desembocando en el desorden. Para reiniciar el ciclo era necesario en las sociedades paganas elegir a una víctima para suspender el tiempo y reiniciar el ciclo. De esa forma se perpetuaba el sacrificio humano en las sociedades arcaicas. La cesación sacrificial circular arcaica tiene como signo la muerte de Cristo en la cruz, revelando ella misma la violencia como la causa fundamental que desatará el fin.
The Hunted pone de manifiesto la diferenciación-asimilación vital entre violencia arcaica e institucional, todas remitidas a un principio fundamental: el deseo y el poder de lo falso. El arché de la violencia está fundamentado en el escándalo de todos los escándalos:
“El diablo ha sido un asesino desde el principio”. Jn 8:44
La pérdida de esa trascendencia conduce a una caída permanente, hasta que la trompeta suene, anunciando el fin. Cuestión que Friedkin despliega en un vertiginoso film pleno de auto-consciencia.
Escribe, Iván González.
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