Ministry of fear (1944): máscaras y simulacros


Ministry of fear (1944):

máscaras y simulacros


La política está en el aire mismo que respiramos,
igual que la presencia o ausencia de Dios.
Graham Greene.


La potencia del simulacro y las máscaras del mal

Si en La Mujer del Cuadro, Fritz Lang nos muestra su lado puritano, en Ministerio del Miedo nos muestra uno de sus films más católicos. Lo que lo lleva por consecuencia a ser una de sus películas más teológica y política. Esto es de origen, Graham Greene el escritor de la novela en la que se basa la cinta, es un autor británico reconocido por el carácter católico de sus obras: “No sé por qué me ponen la etiqueta de escritor católico: soy simplemente un católico que es también escritor”, llegó a escribir.

En el film que nos ocupa observamos temas como la culpa, también la paranoia y el constante enmascaramiento del mal junto a su capacidad metamórfica de simular. Los nazis son el mal que se quieren apoderar de un micro-film (y por lo tanto del cine mismo) que contiene rutas aéreas secretas. Ese signo satánico de los nazis lo tenemos presente en el relámpago y el bombardeo que cae cuando el protagonista abre la puerta del tren. Cuestión que nos recuerda la frase de Cristo en Lucas 10,18: “Yo vi a Satán caer del cielo como un rayo”. También en varios de los adornos de las habitaciones del mal: estatuas de serpientes, estatuas de dragones, círculos de fuego, círculos astrológicos, salones de espejos y máscaras de demonios colgadas.


Stephen Neale (Esteban= coronado y Neale=campeón) desea al salir del asilo encontrarse con un mar de caras (persona o prosopón significaba antiguamente máscara). Olvida que el mar de rostros pueden participar de ese mal que lo acecha y que se disfraza fácilmente: puede hacerlo de ciencia, política, policía, religión, filantropía y ocultismo. Neale inicia su camino y de continuo se encuentra entre penumbras, su recorrido está poblado por un reino de sombras. Las primeras escenas son nocturnas y a partir de allí tiene que descender antes de encontrar la claridad. Carla es un anagrama de Clara, quien se revela como la verdadera heroína. En este caso la mujer es la heroína salvadora del caballero en penumbras. Dos temas muy actuales: la eutanasia y la mujer como participante actuante de la historia. Comparte temas y símbolos con otro filme católico: Duro de Matar: el mal oculto en una organización terrorista alemana que busca conquistar las alturas, bien figuradas en la torre Nakatomi, en Ministero del Miedo se busca conquistar el santo grial escondido en el traje dentro del edificio llamado “Príncipe Consorte”. Al igual que en Duro de Matar existe una pareja que busca en su unión derrotar al grupo de villanos. En este caso Holy no será la mujer a salvar, aquí Stephen es salvado y redimido por la claridad. El Dr. Forrester es otra máscara del mal del cual se exhiben seis libros en el escritorio en los cuales pretende hacer un análisis de la psicología nazi. Mientras el mal opera desde las tinieblas, nuestro héroe emprende la búsqueda del Santo Grial (representado en el micro-film escondido en el pastel, que funciona como un MacGuffin que opera como un engranaje perfecto que empuja todo el relato) recordemos que Neal en la novela en que se basa la cinta es llamado Arthur, como el héroe británico crístico por excelencia.


La re-unión simbólica se concreta cuando Neale regresa a la escena del bombardeo y se encuentra con el otro pedazo de la cacha de pistola: la búsqueda no se encuentra abajo hurgando en el cráter rodeado de tierra, la búsqueda está arriba en el cielo en los lugares que habitan las aves; justo donde construyen sus nidos. Se cierran los círculos: se obtura el circulo vicioso de abajo y se apertura el circulo virtuoso de arriba liberando a Neal de su tortuoso pasado: el microfilm-santogrial se halla en el trozo de pastel en el que se regodea una pareja de aves.

El ascenso final se da en las Mansiones del Príncipe Consorte, donde los nazis morirán emboscados. Al final tres símbolos sagrados: la boda, la Iglesia y un pastel. Pastel (pan) que inicia como Índice, se despliega como Ícono y al final concluye como Símbolo que se cierra en sí mismo.

El Ministerio del Miedo es la película que nos recuerda el sentimiento primordial del ser humano. El libro de Génesis nos conmemora que el primer sentimiento negativo que inunda el corazón del hombre inmediatamente después de la caída es precisamente el miedo: Oyeron luego el ruido de los pasos de Yahveh Dios que se paseaba por el jardín a la hora de la brisa, y el hombre y su mujer se ocultaron de la vista de Yahveh Dios por entre los árboles del jardín. Yahveh Dios llamó al hombre y le dijo: «¿Dónde estás?». Este contestó: «Te oí andar por el jardín y tuve miedo, porque estoy desnudo; por eso me escondí.»”. El miedo, la nuda vida y su correspondiente instrumentalización es el arma que usa lo demoniaco y sus hipóstasis para ejercer un dominio total que paralice el sentido de lo humano. Yahvé Dios actúa como un detective en dicho pasaje, para sacar la confesión de los primeros padres ante su pérfido delito logra hacerlos caer en contradicción. Dios al descubrir a los culpables los condena inexorablemente a un destino fatal. No sin antes abrirles una pequeña luz en esa puerta oscura: la esperanza de la redención.


N.B: Queremos notar que los temas y estilos que desplegará Hitchcock posteriormente se encuentran en el cine de Fritz Lang. También Lang en su época Estadounidense se verá fuertemente influido por la etapa británica de Hitchcock. Con lo cual ambos autores se re-descubrían en una permanente retroalimentación. Así en esa línea santa de autores, Lang es el continuador de Griffith y junto a Hitchcock, son los puentes con la generación de directores de los setentas.

Escribe, Iván González.

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